Recuerdo, de la remota señora que hace tiempo hablaba conmigo y termino llevándose a quien amaba,a quien amo y siempre
amare.ella que hasta en la música vive siendo muerta
en el mundo vestida de negro con rosas blancas
delante del ataúd.
No le veo hace años, se ha marchado y nadie
sabe cuando vuelva, callada, sigilosa, oscura y tétrica
como la ultima vez.
A lo lejos, muy lejos jamas imaginado le escuche,
escuche la crónica de su existencia, de su amargo,
de su malicia, de su terror, de sus uñas con la manía de matar.
Cantante como sirena solía ser tu música apacible, sutil,
sonriente en los océanos, dulces, caramelos,
voladoras o diferente. Así eres, diferente y hermosa
Cautiva en el alma, en los sueños, el la sonrisa,
y en la parte más grande de tu corazón.
Callaste..., mudaste cada parte de tu música a otro lugar
que no puedo encontrar, como la inocencia desaparece
y se pierde.
Escuche decir que le viste cerca muy cerca, en los
pasillos, en las calles, en la alcoba,en los niños, en los mayores,
en las estrellas, en tus canas, destruyendo tu espalda.
Como es posible?
Callaste por ella y te veo escribir con ella,
donde estaba lo creí esperanza? donde esta tu música?
se que esta en algún lado y que no se puede
comprar, por que es tuya.
Es como la anorexia pensé hace un tiempo, comiéndose
hasta los huesos, como el bisturí en las venas vivas
o el embrión sin placenta.
No quiero verla en tu rostro como la vi secando el
brillo de mi sol, mi amado sol.
No quiero sentirla yo, ni como remedio, ni como medicina
sino como vieja en la cama seca por el tiempo, por la
vida, por el vigor, por el gozo, por mi Dios.
Tu reloj esta medio roto, las manecillas están caídas
al igual que tus lágrimas, y lloré, volví a hacerlo como
la primera vez fuera del vientre de mi madre pero esta vez
por afligirme como la ultima vez frente al ataúd. Nunca le he sentido por que si le siento jamas
volveré a recordarle pero le vi y ahora temo volverle a ver.
Desaparecen las ganas, la fe, la esperanza, el llanto,
el recuerdo, las sonrisas, el olvido, el sol, el mar,
el invierno y la primavera,
desaparece la vida, pero nunca desaparezcas tu,
desapareciendote haces pequeño el momento,
el cuento, el lugar, el corazón, el espíritu.
Me haces pequeñita como la lluvia,como un caracol,como
grano de arena perdido en la playa,
y lo se, todos nos perdemos en el mundo, somo granitos
de arena, almas desconocidas y muy pocas en busca
de si misma.
Querida amiga no te alejes más hacia la nada,
no puedo imaginar perderte con las
agujas enterradas en tu garganta.
Con tu existencia en el alma...