Gritar, aveces, es necesario. Pero hoy soy muda.

jueves, 29 de julio de 2010

La desnudez de su alma.


En el cielo fijó la mirada perdida en cada estrella,
el esplendor de ellas y su imagen en las
pupilas. Desde allá... la ventana cerrada y las cortinas
rasgadas desde allá se veía la palidez callada
de su tez.

Solo, misero, triste hasta en los párpados y parpadeando
a la luz de las luciérnagas, de las que vuelan sobre
manzanos, sobre su cabeza y sus hebras negras.
De su laringe y la respiracion, por que cantar
es respirar con el alma.

De pasar al pasado y del presente previsto, ignorando
su esperanza regada en los rosales
de mi armario.
De la nostalgia como víbora del recuerdo que viene y se va,
por que recordar es volver, ir a donde estaba,
imaginar, reír y llorar.

Pegado al pavimento, sucio, manchando, guardado
en la intimidad de la memoria,
y su amor levitando en tanto una eternidad.
Yo muda en su mirada, tanteada por las
hormigas, por las larvas en mi piel
olvidando un segundo mi existencia
escuchando su voz.

Llorona como los azulejos y mi vida en ellos,
lejano de mi, solo, misero, triste hasta en la
desnudez, la desnudez de su alma, su pobre
alma herida dormida en mi recuerdo.

Añicos del cielo, de sus nubes, de sus estrellas, de sus
lluvias, y en el colchón soñando lo mejor.
De una aventura, de un reto, de un cumplido, de ella
misma por que el cielo se cae cuando menos
lo piensas.

1 comentario:

Luz de Luna dijo...

simplemente sublime, cömÖ cada cösa que escribes, un gustö pÖder leerte...saludös....