
El Unicornio Blanco.
De niña ceñida con luz de noche,
de niña pérdida, de niña solita.
Vagas pálida por los rincones de
un mundo nefasto, cargado de
nocivas ideas para terminar con
tu esencia.
Vuelvo a mirarte desde el campo
de caña, estas en una mecedora
de mimbre tejiendole trenzas a
una muñeca parecida a ti,
con ojos de lluvia, con labios de
corazón, y de pestañas negras
que ayer y antes de ayer lloró.
No me preocupo, te dejó liviana
meciendote con la brisa de la
mañana, te dejó callada y añorada,
y sueñas con burbujas, las que te
hacian cosquillas en la ponchera
de niña cuando el agua te mojaba.
Ahora estas en una cama, también
mojada de una sustancia pesada,
que estalla en tu piel como tormenta
de abril, que la miras extrañada, que
no sabes que es, que piensas en correr
pero la puerta esta cerrada.
Aprietas tus labios rosados y los hace
sangrar, te arrancas las hebras siente
que casi te vas, sientes mareos, vomito
copulsivo que sube por tu interior, que
calienta tu alma, yo quiero rescatarte,
quiero amarte...Y tu mundo da vueltas
y no ves nada, tu mundo da vueltas
y parece que todo calla....
Un alito pálido y de luz roza tus esquinas,
sientes el mutizmo del tiempo, se detiene
como un soplo helado que congela las
manillas del reloj, que te eriza la piel,
soltando una musica dulce y apagada,
casi imposible de escuchar. Es tu
unicornio blanco con alas de plumas,
es tu angel guardían.
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