Una prosa Ladrona.

Desordenada entre el tiempo y el espacio,

va cantando por que teme que la arrastren.
La prosa descuidada de mis pensamientos,

va divagando entre ellos sin poder

ser escrita. Vacila en su propio universo,

teme morir ella no se da cuenta que yo estoy
ahi, para llevarla cerca de los arboles,
para decirle buenas noches en la
oscuridad amada, humana o no
una vez más la veo dormir, está
cubierta de flores amarillas y blancas,
Sin agrio de limon, sin sus reyes, sin
horas. No ha perdido, no ha ganado,
flota cada dia más alto pero no va
atrapada en un globo, ni en pesadillas,
va cubierta de margaritas.
La sostengo del brazo derecho, me mira,
la miro. -¿Qué buscas? me pregunta.
-Un lugar para llevarte.
-No hay lugar, aqui pertenezco.

Ella tiene razon, pertenecemos a los reyes
de la nada donde el bacanal de descarados
empieza a la misma hora, al mismo precio.
Entonces me voy a reir de nuevo, le beso
el cuello, le arranco la mirada, no le hago
daño ella me ama.
- Creí que habias dejado de existir.
Repite como si recordara la ultima vez
antes de morir.
No contesté ella sabe las respuestas,
ella sabe donde llevo el lapiz y las musas,
porque hoy regresé a robar ninfas.