Gritar, aveces, es necesario. Pero hoy soy muda.

jueves, 9 de febrero de 2012

Sobrevivir en el Sistema.


Lanzo algo, huele a escarnio, a bromo
a algo incoloro.
Parece dinamita, un vacio enorme que
me calcome, me suspende por segundos
en un ambiente agonizante.

Lanzo algo, huele a orina, a sangre,
a las tripas de los humanos, parece
que estalla como en Hirochima.
Un vapor traspasa el aire, muere el
viento, la brisa de primavera y caresco
de conciencia porque lanzo algo.

Y huele a azufre, a gusano que pare despues
de fornicar, huele a vacio, el enorme vacio
donde me desbarrato, el vacio de mi pobre
conciencia.

Un vapor que tiñe todo de amarillo, gas
mortífero de las guerras mundiales, y
la huella olvidado de la bota de un
soldado.
Parece que llueve, que huele a asco, a
masa burbujeante despues de vomitar
un pollo masticado.

Huesillos crujientes envueltos en sangre
como un feto sin gestar. Pero sangre
mala, la sangre de la humanidad entre
mis dientes amarillos.

Siento el vomito incesante que me
recorre el colon, el de ayer, el
de la contaminación mental, uno
agriamente bajo, sucio, hirviente
como leche cortada y mierda de gato.
He lanzado algo, quizas un pollo muerto,
deshuesado, sin cabeza, sin plumas, ciertamente
vacio.

Como el vacio que siento despues de un crepusculo,
un vacio callado, calvo, menudo dentro de mi.

Me siento en el mundo.... y pido auxilio.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me ha dado asco.
Todo desde el principio llevaba a eso, claro.
Pero al final, casi como un cambio de humor espontáneo... de esos que sólo se dan cuando de repente alguien te dice algo muy tierno... Cambias de cara por instantes y te transfiguras completamente en un : "Awww"
Me ha encantado.
Parece que se tratase, al final, de algo que de una forma nauseabunda te hace reflexionar más adentro.