Gritar, aveces, es necesario. Pero hoy soy muda.

lunes, 6 de febrero de 2012

A la mar en un frasco de cristal.


Ya ví el mar en mi corazón,
tan pequeño,
que me cabe en un oido.
Tan diminuto como concha
naranja en el corazón de
casi plata.

Me hace falta la noche,
cuando la luna
tambien de plata me
respira en la piel.

Parece que no regresa
mi noche de estrellas,
y tan pequeño el
mar que lo tomo con
mis manos, un sorbo
salado que calienta
mis entrañas.

Perdoneme si vuelvo
hablar del mar, pero
su chispa que parece
brillar me ha conquistado
el alma.

Mi mar de azucar y
lágrimas, mi mar
de horizonte marino
y luna dorada.

El mar está tan ínfimo
en un frasco de cristal
sobre mi tocador,
el mar de rosas amarillas.

Mi belicioso amor.

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