
Hasta en el mar...
¿Te conté alguna vez que eres pequeño?,
vulnerable tal vez, del color del sol o el último rayo
que muere en el mar, detras de una puerta,
en la nota de un piano, suave. Que eres como
las mariposas en mis hombros, que pasan
fugaz y sin dejar tiempo a pedir un deseo.
El de tenerte en mis manos...
Que somos tal cual para cual, tan separados,
y callados, que me miras desde allí dentro
que pienso en ti todo el tiempo. Aveces no
puedo dormir porque te dejé en crisis de
soledad, porque nadie más te comprenderá.
Un dia cuando salpicaron las aguas y rompieron
el cristal, afuera de allí empezaste a dar vueltas,
a desesperarte, a escupir, a tragar cosas de este
mundo, empezaste a morir.
Cuando no encontraste marcha atras del borde
y el pavor, tus aletas, tu materia y cualidad
de pez supiste que estabas solo una vez más...Nadie
te hiva a rescatar.
Y eras minusculo con restos de dulce sal, con
luz en las escamas, con mirada risueña de ojos
dorados y cola como la de las sirenas. Pero
te lastimaron y solo tu conoces quién o qué fue
eso que terminó tu vida en instantes.
Esos instantes a los cuales llamo: Oscuridad y
frio. Y tu lo sabes más que yo, Hasta en el
mar hace frio.
Eras mi mejor amigo.
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