
Un Hurracan de naipes.
Y tan turbulentas, eres belicioso mi amor,
las redes de peces abarcan tu dimension.
Me atrapan, me hieren.
El cuerpo yace inerte sobre un metal frio,
sobre conchas, y puntas de caracolas.
Tropical perfume y sonido turquesa,
voy a la playa donde hace frio.
Lavar el rostro, salpicar, nadar,
soy un pez, amarilla.
Y donde muere el sol, allá estoy,
con mariposas verdes, con
puntas soleadas, con uvas
de playa.
Pequeña niña que se hunde,
ha naufragado su navio,
su rincon, su refugio.
Y me escondo... Desarraigo mi
lengua.
A un arbol, a un litoral imaginario,
a otros platenas, voy alienar.
Y Perecer de vagas ignorancias
a orillas de Poseidon.
De naipes los castillos, de naipes
el hurracan que se aproxima.
No importa, la crisis, la soledad,
el pasado y yo.
Esta noche dormiré en ti, mi
belicioso amor, hoy soy tuya
Poseidon.
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