
Se va, se pierde, no vuelve... parece
leyenda entre gente incrédula.
Y yo me trago todo a la vista,
hasta la isla. Somos islas desconocidas
emergentes del mar con temor
a sus fieras, al Leviatán.
No hay navios a la vista, en esta era
de los debiles todos, hasta los dioses
se pierden.
Y si veo una luz que desde muy lejos
me indican el muelle a parar, creo
que se salvará y aun creyendo con fe,
Hay naufragos sin botellas, sin letras.
¿Qué puedo hacer Poseidon?
Si ni tu, ni yo, podemos traer de
vuelta aquello que se hundió.
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