Gritar, aveces, es necesario. Pero hoy soy muda.

miércoles, 16 de noviembre de 2011

Allende del Mar.

Se hundió.

Se va, se pierde, no vuelve... parece
leyenda entre gente incrédula.
Y yo me trago todo a la vista,
hasta la isla. Somos islas desconocidas
emergentes del mar con temor
a sus fieras, al Leviatán.

No hay navios a la vista, en esta era
de los debiles todos, hasta los dioses
se pierden.

Y si veo una luz que desde muy lejos
me indican el muelle a parar, creo
que se salvará y aun creyendo con fe,

Hay naufragos sin botellas, sin letras.


¿Qué puedo hacer Poseidon?
Si ni tu, ni yo, podemos traer de
vuelta aquello que se hundió.

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