Gritar, aveces, es necesario. Pero hoy soy muda.

sábado, 4 de septiembre de 2010

Ojos cerrados.


Sueña cansando el verso de su poesía,
la que ríe, la que yace en tercio pelo y sabanas
doradas.
Sueña el desierto con el mar, perdiendo sus arenas
escondiendo un pozo en ellas.
Sueñan muchos con la cumbre, la de la montaña,
la de la gloria, la de la vida.

Soñaban todos en un salón, donde las luces son ellos
y ellos las luces son, apagadas por los que lloran,
encendidas por los que cantan.
Que canto mas hermoso el de la maestra, la que enseña,
la musa del recuerdo y el alba consejera.

Es huracán el que paso por las Antillas mayores
dejando exhausta las menores, desafiadas por él.
que nadie se salva del golpe, 
que todos viven por la misma razón de vivir.

Entonces... basto una anécdota para despertar la pena
de vivir, de cantar la misma canción, que
solo imagina un final y no bastaron los abrazos
para consolar aquello que jamas se olvidará.
...Todos se perdieron en el extraño mundo
de las lágrimas.

Incluso yo.

No hay comentarios: