Gritar, aveces, es necesario. Pero hoy soy muda.

viernes, 10 de septiembre de 2010

Jardines de Alfabia


La carta llego tarde ni siquiera llego a leerla.
y ella vestida de azul índigo como los magos del Sahara
gemía sobre las alfombras de Aladdin,
con el vientre de serpiente encerrada en su castillo.

la carta contaba la ultima leyenda y
ella perdida en las luces del jardín, las que los
lirios adornaban, escribía la misma estrofa mil veces escrita
y cuantiosas veces leída.
Manchada de su lágrima que del ojo derecho cayó.

Era ella nacida en espumas de playas, vestida del mar,
y el verde en las venas.
Ella que su madre de tercio pelo le vestía, con plumas
de paloma blanca y el azabache en las muñecas.
A caballo desnuda iba, dejando las huellas de la melancolía
eterna.
Hada madrina ¡Oh! suplico tu llegada, esperando
un deseo, una estrella, un milagro
recién nacido en polen de verbenas.

De canela en la piel y el caoba en las pupilas,
 vestía de sol y luna. en abril
recuerdo que soñaba, con lluvias de amores,
palmas de colores y en la primavera,
ellos.

Que hermosa es la fuente del oriente donde el
baile del vientre es cada vez mas fuerte
y la sonora garganta se escucha a leguas, pero
mis ojos no le ven.

Que hermosa  vestida de rosa y yo sufría
con ella en los océanos,
era nacida en espuma como gaviotas en las
arenas. Recuerdo haberle visto, en los mercados
de Zukita comprando margaritas,
y la melena agarrada con rosas azules. 

 Era bella su historia, su origen y su etnia de girasoles.
Recuerdo escucharla, gemía y reía, su vientre florecía
una noche de febrero.
era bella durmiente en las arenas de playas,
en la espuma era isla emergente que huía,
por ella yo sufría,
en la espuma se perdía, se hundía.

No hay comentarios: