
De paso debil por el mar jónico,
saludo a Roma y suspiro, la acaricio,
le digo que estaré allí en el puente Milvio.
Y por caminos a Roma respira.
Puntas soleadas de sabor cal, soy caracola
azul de mar, gotita ínfima de sal.
Bañada en azucares, y dormida como
en el vientre, soy embrion en una
pecera donde al fondo hay piedrecitas
esmeraldas. Un pez solitario.
Me encogo después de un puñado de sal,
vivo al fondo, al fondo del mar.
Con Hipocampos y medusas,
con heliotropos en la cabeza,
soy prenda del Cesar.
Arena en mis uñas y observo
el tramonto del sol, en boca de Poseidon.
Soy recien nacido en medio del pacifico.
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