Quiero monedas de Europa,
un cerrillo pero sin galon de
gasolina, un animal agradecido,
una sonrisa tuya.
Quiero el mapa de mi mundo,
del tuyo, del arrebatado.
Quiero nacer de nuevo, quiero
morir contigo.
Quiero estar en Amsterdam, lazarme
al infinito, subir a un tren.
Quiero iluminar la conciencia, un cerrillo
en nuestra habitacion.
Quiero dormir en Machu Pichu, dormir
a tu margen.
Saliva. Quiero besarte.
Quiero sentirte sobre almohadas,
sobre la piel, en el alma.
Sin metanol, despojarte del formol,
del bisturí.
Quiero un alfiler, coserme el corazón.
Coser las mariposas a las entrañas.
No llevo reloj. Quiero eternidad.
Encerrada en un caparazon, sin
armas, sin veranos inovidables.
Quiero escribir. Tal vez un diario,
un cuento, un campo de girasoles.
A Roma debajo de un sobrillon,
un cafe, un adios.
Una caricia, el mediterraneo.
Quiero ir a Marruecos y decir
Alá Maleco.
Quiero llorar contigo y besarte
las mejillas. Quiero halarte
el cabello.
Decirte mi abjetivo favorito,
escupir a mil metros, lanzar
un Euro y pedir un deseo.
Cerrar los ojos despues
del tramonto del sol.
Hoy quiero verte. Verte pronto.
Un pez solitario.
Las burjubas artificiales dan oxigeno
sin significado. Soy abjetivo sin
sustantivo y estamos al fondo de
una pecera sin nadie, sin salida.
Me miro, me veo, me canto,
Hurga tu cuerpo y saca el
alma, llevala lejos de la
profundidad, llevala a un
litoral.
Sumergida detras de un cristal,
las piedrecitas me hacen llorar.
Lagrimas de sabor a sal, a rosas,
a Lunas rotas.
Naufragos sin botellas, sin letras.
Entonces si!. Poseidon en agua
dulce, al margen de un rio, le
vi morir.
Sumergida en una burbuja, con
esperanza de volar, con oxigeno
artificial. A cinco metros del suelo.
A una margarita.
A un extruendo nocturno.
Concha vacia, la han secuestrado,
Al final del rio, despues del mar,
detras de un rosal, de una lagrima
de sal.
No morirás Jamás.
De paso debil por el mar jónico,
saludo a Roma y suspiro, la acaricio,
le digo que estaré allí en el puente Milvio.
Y por caminos a Roma respira.
Puntas soleadas de sabor cal, soy caracola
azul de mar, gotita ínfima de sal.
Bañada en azucares, y dormida como
en el vientre, soy embrion en una
pecera donde al fondo hay piedrecitas
esmeraldas. Un pez solitario.
Me encogo después de un puñado de sal,
vivo al fondo, al fondo del mar.
Con Hipocampos y medusas,
con heliotropos en la cabeza,
soy prenda del Cesar.
Arena en mis uñas y observo
el tramonto del sol, en boca de Poseidon.
Soy recien nacido en medio del pacifico.
Eres como eres.
¡Silencio!, el mar esta sonando, la serenata de las doce,
la de media noche. El cielo oculta a la luna, y la luna esta allí.
Se esconde, suspira.
La luna si esta ahí. Pasiente sin pies camino,
sin alas vuelo al infinito.
El mar me sopla al oido, me dice que
Poseidon se ha ido.
Callo, escucho, el mar esta sonando.
No se vaya rey de las olas.
Claridas aguas de color rosa, el mar aveces,
es maravilla. Con el cristal incustrado en sus arenas,
el mar es vida.
Emerge sustancia marina, canto de ballena,
mirada de delfin. Poseidon levanta fuentes
con su tridente, atraganta navios
y naufragos perdidos.
¡Poseidon!, yo te amo.
Tu naturaleza me embarca, enamora mi
alma gitana, ¡Poseidon no me voy!.
Neptuno me necesita.
Arena en mis uñas, lenguas amarradas,
mi saliva sabe a sal, la tuya Poseidon a hierro,
a carne cruda. Se hunde el navio, alguien
necesita salvar su vida o un artefacto para respirar.
La noche es criminal, perfecta, solitaria, macabra.
La noche ve a la victima. Se hunde.
El mar esta sonando, la serenata que aprieta
mi obligo, mi garganta, la de soslayo.
Hoy se hunde, se hunde, se hunde y duele.
Y por tantas veces te pido,
¡Necesita un Navio!.
¿Dónde estas?
En el interior de una concha, después
del sonido que hacen las caracolas,
debajo de una rosa.
Agua pestilente, de larvas y crías
de fantasmas, el agua salada
ya no es agua cristalina.
Alguien muere, alguien que
necesita un navío. Santa María,
Pequeña Niña, Pinta querida
que alguien te socorre.
Alguien anuncio un suicidio, un
crimen en silencio, el mutismo
de los testigos.
Oscuridad inaudita, lecho de
muerte. Dónde las gotas de
líquidos salados, líquidos mios,
donde las mariposas pueden
volar.
Las veo, aleteo de color verde,
chispa de polvo mágico, hoy
es de noche, hoy alguien muere.
La ciencia seria incapaz de
descubrir aquel lugar,
dónde se esconden, donde
no existe el terror.
No lo encuentro, hoy alguien muere,
De soslayo, acostado, divagando,
como mariposa posada en una margarita.
Hoy logró escapar a una cima, a una
nube, con un puño de pura sal,
sonámbula, cantando, y con una
sonrisa, una inmensa.
Cuando se ahoga el sol.
Me cubre, me niebla, la noche llega
con preposicion y yuxtapuesta.
Me dice que me ama, le creo, la beso.
La noche en el mar es oscura.
Pies descalzos los mio cuando camino
sobre piedras de playa, estoy allí
como colibrí. En una ramita,
En una Flor de liz.
Me miro, me veo, me canto, soy y
yo y nadie más, es mi creacion y
mi olvido. Destrucion de Poseidon
sin hipocampos blancos...
Doy una vuelta, una esquina, una uva
de playa. Doy hasta mis entrañas.
Y me ordenan escapar, volver a mi
hogar. Pero no, pertezco al mar, a
sus mareas, a Poseidon.
Gotita ínfima de sal, gotita que respira
mejor en los margenes de arena, respiro
junto a ella, la noche que me camela,
seductora experta cuando se ahoga
el sol en boca de Poseidon.
Arriesgate margarita de mar, amar
de lleno, de verdadero, de sufrir.
Ama y sé feliz.
Días de sal, de azufre, de amor.
Allí en medio de un aire falto de oxigeno,
mis margaritas se asfixian, el océano
pacifico las congela.
Eco lejano eco de muerte, anuncia lo absurdo
de una noche sonámbula. La noche esta sentada
sobre mis almohadas, y las sabanas se empapan
de aguas saladas como mis líquidos.
Flotando, con brazos fuertes, con brazos cansados.
Mis mariposas. Los días pasados, sin sol y sin verano,
los días pasados que se quedaron estancados en alguna
parte de la tierra. La tierra que lleva Atlas... La abraza,
la sostiene, es la tierra de las margaritas, con siete
lunas, millones de girasoles.
Pero los girasoles no buscan al sol.
...Zeus lo condenó a soportar la tierra
separada de los cielos. Oh! dios del trueno
y los truenos sobre los cielos perdidos,
condename al yugo de Poseidon.
Desnuda, Anfitrite, bailas sobre la voluptuosidad
de Neptuno. Redonda, rosada, hinchada...
Ninfa la tuya Neptuno, ninfa del mar contenta
de un coito irreal.
Allí en medio de arenas, suplico a su nombre
y el mar se levanta, como guerra, como si ahora
al igual que a sus sirenas, me atraganta.
Desnudame Neptuno.
Acaricia mi sistema nervioso,
besame la garganta y llevame al paraiso.
Una mariposa del mar.
Como medusa solida que proyecta su alma
afuera de liquidos salados, liquidos malcriados.
Como medusa sin artefacto para respirar, ahi va,
sin cautela, sin advertencias.
Entonces muere, Poseidon y el oceano
pacifico la atragantan. Pobre, minuscula
mariposa del mar que flota sumisa,
que abre sus alas, que respira.
De manos de Poseidon Neptuno
la va a rescatar, la va amar,
la va a conquistar.
Escuche lo debil que son,
que eres mariposa del mar.
Polvo tus alas, polvo tu mirada,
mariposita sin costillas, hoy
Neptuno sobre hipocampos
blancos te quiere amar.
Y Como medusa solida que proyecta
su alma afuera de liquidos salados,
liquidos malcriados, logras respirar.
Poseidon no mates a Neptuno.
Se levanta, la guerra, las aguas turbulentas
braman. Oh! Poseidon te debo amar, con
corazón o sin este. Rey de las aguas saladas,
rey en el oráculo de Delfos. Mi Poseidon hoy
esta molesto.
Agitas la tierra, la tierra separada de los
cielos, la tierra perdida y casi ahogada
por tus mareas. Oh! Poseidon te debo
amar.
Neptuno se arma, Neptuno quiere ahogar
a todos, sobre hipocampos blancos, sobre
delfines descuidados.
Poseidon y Neptuno se entregan a la
guerra. Metalurgia del mar que provoca
tormentas, terremotos, agita, inunda.
Poseidon y sus pobres sirenas que fornican
en sus arenas. Neptuno me ama, me conquista.
Oh! Poseidon yo debo amarte, con cautela,
con cuidado, con advertencias.
Poseidon me hiere.
Gladiadores sobre aguas turbulentas, gladiador
de mi corazón. Hoy te veo, bramas, agitas la
tierra, ahogas a todos y me dejas en tus arenas,
sin litoral, sin fuerzas.
Dulce criatura de mis entrañas, que
nunca nace, que nunca muere.
Diminuta margarita que teme
morir atragantada.
Despojaré cada uno de tus petalos,
moriré en tu lugar antes del
crimen perfecto.
Soñaré con la melodia de Beethoven,
soñaré que algun dia cubierta de
flores amarillas placida dormiras.
Que corta es tu edad, amarilla
como girasol en campo de
vervenas. Como Himpocampo
en mis manos, voces infantiles
y halo de angel.
Con el sonido del mar, sin litoral,
ahogando a los naufragos,
ahogando tus penas, me ahogo
con ellas. Entonces margarita,
respira.Respira porque la noche
termina, porque te prestaré
mis alas, mi viento, mi tiempo.
Respira que no estas sola en
la oscuridad y en el mar.
Estas suave, tu dimension calida abriga
mis dedos, es la noche amada sentada
sobre mis almohadas, no tiene miedo,
esta enamorada, quiero besarla.
Como mariposas verdes en tu cabeza,
hermosa, paciente, te hinchas, te mueves...
Flotas en liquidos.
Estoy explorando en tu dimension, busco
esconderme, amarte.
Estas rosada, tu dimension aprieta mil
cosas raras, acoges mis besos.
La noche amada me ha robado el
corazon, quiero matarla.
Eres mi halo iluminado, apagado en
temparaturas frias como son las
lluvias de junio.
Te beso, te miro, te quiero, me coloco a
tu margen oloroso a flores de primavera,
a castaños, a nueces, hueles a mar.
Vuelvo a tocarte, estas caliente, la sabana
te abriga, la noche te observa, mueves
tu ombligo como culebra, te arranco la
lengua, apriento tus cabellos.
Estas explotando, tus venas hirvientes
amenazan por salir pero te amo como
si la noche nunca terminara, Y parece que todo
termina, parece que vuelve la realidad, que
el tiempo se detiene y todo gira entorno a la
inocencia interrumpida.