Una prosa solitaria.

 Desordenada entre el tiempo y el espacio,

va cantando por que teme que la

arrastren.

La prosa descuidada de mis pensamientos,

va divagando entre ellos sin poder

ser escrita. La leo y la veo una vez más,

entonces creo que es digna.

Me acerco a ella, la despojo de su ropita para 

dormir la que tiene una margarita sonriente.

Pobre, pienso, la  observo detenidamente

desde sus tobillos huesudos hasta las invisibles

formas de sus pechos. Es magra, delicada su piel,

palida, callada por que nada se atreve a decir, no

hasta que llegue a ella la moceda.

Su mirada timida habla de un miedo oculto, el miedo

a mis manos, tal vez a mis besos. 

No se atreve a soltar el respiro que le hace falta, 

a gritar o luchar contra el lobo que la quiere devorar.

Acaricio sus costillas, aprieto su minuscula mano,

Y si, me la quiero comer, sus labios carmin estan

semi abiertos, puedo observar los dientes que

acaban de crecer, juego con su menton, con su

cabeza que muevo de izquierda a derecha tratando

de encontrar un punto en su cuello para morder.

Es profunda como su aroma a talco para bebes, 

su mirada, ella cierra sus parpardos quiza imagina

el crimen que esta por suceder.

Pobre, pienso, por que es mia...