Gritar, aveces, es necesario. Pero hoy soy muda.

jueves, 9 de junio de 2011

Una prosa Odiada.


 Entré a un aposento que segun ellos era sagrado,
donde el bacanal de descarados infectos comenzaba
a esa hora, a ese precio, sumergido en un ambiente
sofocante, de olor a tabaco, a whisky, a codeina, a
extasis y lagrimas vaginales.
Aqui pertenezco al infierno de la fornicacion, a los
Reyes de la nada.
Entonces me retiro, salgo de alli lo mas rapido que
puedo, pienso en mi prosa, la anehlo, la extraño,
la amo.
Voy caminando encima de todo, saco un lapiz de
mi bolsillo y voy en busca de un papel para mi
prosa del oriente escribir. Ella es la rencarnacion
de alguna princensa inca, o de las virgenes hindues.
La veo entre girasoles, delante de un muro pintando
de rojo, lleva el cabello largo y trenzado, la piel
desnuda aun con las huellas de mis besos ,
aun con el aroma de su primera inocencia.
Me hipnotiza la manera en que desviste el patalon,
el sosten que años atras, cuando era mia, no
lo poseia, es como si en camara lenta la viera morir
en mis manos, por que me acerco, la huelo, la
subciono con un solo respiro, y ella como plumilla
se desvanece en mi.
-Crei que habias dejado de existir. Susurra y suspira.
Mientras la sostengo de la nunca y sus hebras sudan
por el vapor que producen las garras del lobo, el que
nunca olvidó a la niña de capa roja, a la niña de sus
fantasias nocturnas, a la niña de bragas rosadas.
-El lobo nunca muere.Contesto y muerdo su cuello,
sintiendo el sabor del veneno de su odio. Mi prosa
me odia, su sangre burbujea y coagula por sus piernas,
Acto seguido devuelvo el tiempo, la habitacion esta
pintada de blanco con tapizado de tulipanes y margaritas,
hay muñecas sobre la cama y una lampara que dice 
el nombre de la victima.
Ella y su mirada atomorizada me someten al castigo
que meresco: la sangre fria en sus piernitas y en mis
dedos hacen odiarme, entonces me odio, vuelvo
a hacerlo.

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