Gritar, aveces, es necesario. Pero hoy soy muda.

domingo, 11 de marzo de 2012

Nunca volverá.


Ahora es Laura quien traga saliva, quien se coloca la mano
en el corazón. Entra, se coloca al margen de su hermanita,
que tiene el pelo largo y mal tallado, el rubor le cubre la mayor
parte del rostro, un rostro que nunca cambio, un rostro
donde permanecio la niña que venció al hombre de negro.
-Tenia tiempo sin verte. Dice Diana sin despojar la mirada
de afuera.
-Lo sé, yo te extraño Diana.

-Siempre lo haz hecho.
-¿Qué ves? de todas las cosas allá afuera.
Diana de soslayo mira a Laura y regresa la mirada, la fija y
distante mirada al campo.

-Veo el Almendro.
-Vamos.

-Quiero.
-¿Qué quieres?.
-Jugar y morir.
Diana se levanta de golpe, Laura la toma del brazo izquierdo, el brazo
de Diana esta rasgado sin cicatrizar, se ha hecho cruzes y rayas
con algun instrumento punzante. - Moriremos juntas Diana.

Laura se hace de pie, la mira, la quiere abrazar y Diana solo
baja la cabeza, algo le golpea en su interior como un dolor
de cabeza.
-Vuelve, vuelve por favor, vuelve.
-Nunca volverá. Le dice Brow desde la puerta que observa la
escena tomando notas para su informe.



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