Gritar, aveces, es necesario. Pero hoy soy muda.

miércoles, 28 de diciembre de 2011

Y nos mira.



Como una hilera muy fina
de color plata se asoma
la dama muy callada.

Colma al marino cielo
de un brillo singular,
vestida y con anillo
en el anular.

Suelta un aire como
un suspiro y admirar
suelta un suspiro
que yo quiero amar.

Se ensancha, se arma,
se viste de estrellitas
y burbujas.

Se hace feliz, se sumerge
en entre olas y marfil.
Que pena, que bella,
la veo morir.

La dama tiene seda blanca,
y nos mira desde arriba.
La dama me dijo un secreto
en la deriva.

Parece una niña, de porcelana
y de algodón...

La dama desnuda brilla
.

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