Esclava del destino, de un castillo, de un rey, de ella misma...
de la mentira, del dolor.
Esclava inocente del amor, perdida en suburbios, escondida
de Dios.
Manos suaves de algodón, cálidas como regazo de madre,
mente pensante amante de la vida y su vida
como maravilla.
Nacían de sus senos sanas criaturas de esas semillas puras
del hombre amado, disturbio de día, de noche pasión
oscuro lecho donde gritaba su voz...era climax del amor.
Es ella, valiente como quien promete su vida al mundo,
es ella, Aurora de la mañana, Crepúsculo de la tarde
ultimo rayo del sol. Es ella hermosa uva, manzana o melocotón.
Aurora, que por ella caravanas irían, de hombres, de humanos
por amor, por su piel canela o morena, por su sexo, por sus
senos fructíferos o solo por ella.
Su poética, su elocuencia, su entrañable nombre
!Que faculta¡, carácter o cualidad, es ella única Aurora de mi
amanecer.
Pero Aurora calla, su color a perdido, no es roja ni azul
no es amarilla ni verde. Es gris, mi Aurora ahora es gris.
!Oh¡ que demencia que invade su materia, su entidad esta
destruida viviendo como si no lo hiciera, gritando por
ansias de sanidad.
Llora que llora y vuelve a llorar, es aguacero que inunda su lecho
y sus manos débiles sujetas a cuerdas están,
donde vive su sangre. Su ultima gota de sangre.
Es ella, mi Aurora pero ahora es el tiempo de un Adiós...
no te marches Aurora suplico yo, histeria por ti
y tu llanto por mi.
Tu calvario me culpa, tu tormento me oscurece,
su imagen es fantasma del presente
cadáver del reloj.
En memoria de la Aurora que dejo de sonreír, en un
invierno, en una lluvia,un día como este.
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