Gritar, aveces, es necesario. Pero hoy soy muda.

lunes, 19 de marzo de 2012

Hermosa Miseria.


En busquedad.

Marea altiva de mis tiempos y es tiempo de
buscar cosas, de buscarme a mi misma como
isla emergente en el pacífico, como isla desconocida,
ir a buscarte como pez dorado de mi pequeño océano.
Mi pequeño océano es una pecera con piedrecitas
naranjas al fondo, y nuestras colas enlazadas.
Entonces iré a buscar mi pequeño océano como
Titanic hundido o violín de música seductora,
calla, calma,vuelva pacífica através de las cuerdas,
sin guerra, iré a buscar mi mejor arma, que vencerá
al mundo por años y siglos, que no tiene miedo de
perder nada, que no se da por vencida jamás.

Entre escama y escama dorada y mojada te veré saltar,
un arma para que no te vuelvan a robar la libertad de tu
conciencia, La pequeñez de tus pupilas. Quizás te olvide
de repente, no te toque, no te mencione con el nombre
que tuviste una vez y que fue borrado, simplemente iré
a buscarte mi mejor arma y te aseguro que la miseria
será hermosa como un baile en llamas, como una sonrisa
tuya, como el recuerdo perfecto, o si te aseguro que
será como una historia que todos recordaran, porque
todos, alguna vez, te vivieron.


miércoles, 14 de marzo de 2012

Hermosa Miseria.


Desnuda como pluma.


Recuerdas cuando pequeña que te escondias detras de
las enramadas y las enredaderas de esdras verdes,
te escondias y se escuchaba tu risita fugaz como un
espiritud dulce y afable que se abisma en el viento.
Esta tarde volviste hacer lo mismo, o por lo menos
lo intestaste, viste las hojas y las sombras donde podias
esconderte de nuevo, las tocaste, te adentraste entre
ellas, pero ya no cabes, ya no entras, ya no eres la niña
de antes vestida de azul, de amarillo o de blanco como las
nubes. Alguien te ve como yo, alguien te asecha,
ese alguien sabe que ya no eres tan frágil como la
primera vez, que ahora haz nacido como del rio de
corriente fuerte, ese alguien está detrás de columnas de
madera rubia, tiene las manos en los bolsillos y un cachimbo
entre los dientes. Te veo, te quiero atrapar, y me palpita el
corazón cuando la tierra se ensancha y nunca llego a ti,
cuando sé que el alguien que te asecha se mueve como
leopardo apuntando hacia su presa. Sufro algo, igual que un
calambre repentino que abarca mi estomago, un pasmo,
una lágrima. Sufro algo porque por desgracia no te alcanzo,
y como en las pesadillas, no me funciona la voz para gritarte
aunque sea un "corre" y hazlo, corre lejos pequeña azucena,
que yo te busco donde estes, si me es necesario halar a los
luceros del universo, uno por uno con hilo de seda, para
hacer un caruaje mágico, brillante e ir contigo al infinito.

Despierto, y se que ha sido otro de mis vagos sueños, mitad
buenos y mitad amargos, los sueños que me ahogan en tus
recuerdos. Me levanto del colchon y lavo mi rostro, miro
por la ventana y apenas, como el latido de un embrion el
cielo se tiñe de rosa pastel, no te veopero te puedo sentir,
asi de simple en la yema de mis dedos, te agarro y te aplasto
en mi pecho, cierro mis ojos para respirarte, sé quizás invisible
estás a mi lado cada mañana, desnuda y vestida de nada, recien
nacida en medio de quimera, te he besado en las mejillas.


lunes, 12 de marzo de 2012

Cosas en la oscuridad.


Anoche fuí tu puta, la mujer a la que le pediste
que se quedara una noche más, la que lo pensó más de cuatro
veces porque en su mentecita rara se creia virgen todavia
y veia las cosas al revés, pero no, ella sabe muy bien que ahora
es mujer, que tiene todo lo que quiere,pero que algo, algo muy
raro le hace falta o tal vez es su mentecita loca sacada casi
de este mundo, piensa que no está llena, completa.
Y no es asi, ella si lo está.

Anoche y en tantas otras fui miles de cosas,
fuimos miles de cosas, hasta cosas invisibles, infinitas, insaciantes.
Pero anoche, como en la unica que recuerdo tu voz,
tu verdadera voz, me elevaste al universo, me hiciste conocer
cosas que de nadie hubiera aprendido, me hiciste mujer otra
vez, cuantiosas veces.
Me arrastraste por las esquinas, me solté el cabello, te susurré algo,
me besaste los labios, metí mi lengua por tu oido derecho, te halé
de los cabellos, entonces no se que más suceda, no sé si desaparesca

como en la mañana, si no contesté las llamadas, si me olvide de tu
seductora mirada, pero si sé que hiciste de mi otra cosa, un
cuento,
una mezcla, una cosa sin nombre quizás, me convertiste y me amasaste
la piel a tu manera, ahora soy tu nueva creación.
Y se me acaba el aliento, quiero gritar, quiero que se acabe el placer
pero a la vez quedarme allí para sentirlo millones de veces, escuchar
tu voz de nuevo y me da miedo llamarte, susurrarte el nombre porque
vendras a sacarme el aire, a quemarme los oido con tu respiracion,

a mostrarme tus dedos.

Ahora me haces falta, pido que nunca vuelva a salir el sol para no

irme de ti y como loca bailo, grito, hasta canto, recordando
las noches de verano, las de enero, las de todos los tiempos, tus brazos
con tu presencia repentina abrazandome por detrás, metiendote en mi
cama, lo revivo, lo siento palpante como punta de alfiler en el corazón,
y no te encuentro y no me encuentras, estamos suspendidos, quizás,

separados, pero yo vuelvo, como puta o como amiga, como mujer o
como pequeño latido a tu lado una noche más.


domingo, 11 de marzo de 2012

Nunca volverá.


Ahora es Laura quien traga saliva, quien se coloca la mano
en el corazón. Entra, se coloca al margen de su hermanita,
que tiene el pelo largo y mal tallado, el rubor le cubre la mayor
parte del rostro, un rostro que nunca cambio, un rostro
donde permanecio la niña que venció al hombre de negro.
-Tenia tiempo sin verte. Dice Diana sin despojar la mirada
de afuera.
-Lo sé, yo te extraño Diana.

-Siempre lo haz hecho.
-¿Qué ves? de todas las cosas allá afuera.
Diana de soslayo mira a Laura y regresa la mirada, la fija y
distante mirada al campo.

-Veo el Almendro.
-Vamos.

-Quiero.
-¿Qué quieres?.
-Jugar y morir.
Diana se levanta de golpe, Laura la toma del brazo izquierdo, el brazo
de Diana esta rasgado sin cicatrizar, se ha hecho cruzes y rayas
con algun instrumento punzante. - Moriremos juntas Diana.

Laura se hace de pie, la mira, la quiere abrazar y Diana solo
baja la cabeza, algo le golpea en su interior como un dolor
de cabeza.
-Vuelve, vuelve por favor, vuelve.
-Nunca volverá. Le dice Brow desde la puerta que observa la
escena tomando notas para su informe.



Bailando lento.


Te dejo caer.
No es un momento Estúpido
No es la tormenta antes de la calma
Esta es la respiración profunda y la muerte
De este amor en el que hemos estado trabajando

Parece que no tengo lo que quiere,
Que no tiene lo que quiero
Pero la puedo sentir en mis brazos
Y se que nadie va a venir ahorrar sus lagrimas
y sellarle el corazón.

Estamos yendo abajo,
Y puedes verlo, al igual que yo,
Estamos yendo abajo
Y Sabes que estamos condenados a esto,
Porque es prohibido
Querida, estamos bailando lentamente en una habitación en llamas

Yo era la que siempre haz soñado
Baby, tú eres la única luz que he visto,
Yo debería aprovechar al máximo toda tu tristeza,
para hacerte felíz, y sostenerte en la inmensidad
Aunque se me caigan los brazos.

Me tomas como una puta porque se puede
Vas a tratar de pegarme y sólo me dolió
Así que me dejas sucia,
Porque no te puedo comprender.

Lo único que se es que estamos yendo abajo
Solo para llorar en medio de risas desenfrenadas ¿por qué no?
Querida, estamos bailando lentamente en una habitación prendida
En llamas y yo no puedo sostenerte. Porque el fuego me puede matar.
y nadie te salva. Ni siquiera los héroes, nisiquiera yo.

En memoria de los que mueren,
Porque si, y sin nadie que los
Libre.



miércoles, 7 de marzo de 2012

Una estrellita fugaz...



Quiero un ángel, un ángel de cuna,
de plumas, de blanca luna.
Quiero un ángel de alas, de cara,
un ángel de voz hermosa y callada.

Y duerme la Luna,
redonda,

blanca,
gorda.

Clárido astro reflejado en el mar.

Después del cielo algo brilla, muy abajo,
quizás a la derecha, una atmosfera fría,
de neblina gris como amanecer me arropa
y una pluma cae suave sobre mi hombro.
Sonrio.

Quiero un ángel, un ángel en el azúl,
de copitos y de plata, de ojos como
azul profundo, quiero un ángel sin alas
que me lleve a volar.


En memoria de los que mueren inocentes.

martes, 6 de marzo de 2012

Cada vez Más.


Que raro seria sentirse con tanto poder, cuando se es invensible,
cuando todo se puede, cuando se tiene en las manos lo que sea
para hacer lo que sea. Garras, por ejemplo, para arrancar a quien
sea, lo que sea, tan fácil como sacarle una pluma a una paloma,
como quitarle los pétalos a una margarita o quizás la habilidad
de causar
pasmo, temor, suspiros repentinos...
Hacer una pistola con el indice y
el pulgar.
Como meter el puño en una pecera y abrirlo de golpe, los peces
se estremecen, entonces qué seria si tuviera el mundo asi de
pequeño en mis manos, asi de frágil, como una pecera de cristal.

Y poder hacer lo sea, transformarlo como quiera, tenerlo a mis
pies si pudiera, manipularlo, estrujarlo, besarlo, solo asi por asi,
sencillamente sentirme más grande.


Y cada vez más...

viernes, 2 de marzo de 2012

Hermosa Miseria

Sin sálida.

Dice que el miedo es el obstáculo más grande,
es como un salon en negra oscuridad donde solo
una llama, como la de una vela se enciende de repente
y de lo poco que ilumina se convierte en grandes llamas,
el salon, entonces, se quema.

Estamos dando vueltas, yo te tengo sostenida de las
manos, damos vueltas con tanta insistencia que parece
una promesa, la promesa de bailar contigo para siempre.
Y parecemos inseparables enlazadas de las manos, yo te guio
los pasos y tu los mios, sonreimos y nada nos molesta, nada
nos aturde, somos plumas que caen del cielo,
quizás plumas azules o estrellitas doradas en las yemas de
tus dedos, hay estrellitas doradas en todas partes, en la pared,
en el pavimento, en el rincon del tiempo, en los recuerdos.
Estrellitas doradas en mi bolsillo, saco una, saco otra, las saco
todas para hacerte sonreir, y damos vueltas pasito por pasito,
estrellita por estrellita esperando el unicornio de vida,
de tu frágil vida. Para que te deje un minuto más a mi lado.
Tus ojos café me miran, no me dicen nada, tal vez tienes miedo,
no lo sé, pero yo lo tengo metido en el estomago como una llamita
que se prende y siento lo mismo que sucede cuando el fuego termina
por cubrir el fosforo y llega a mis dedos, siento que algo va a suceder
y no que es, es como amar tanto algo y saber después que lo vas a
perder, siento que me calcome, que me pica en las entrañas,
tal vez en el alma.
Me punza, me pellizca, me susurra cosas que no entiendo.

Me quedo ciega, lo digo porque no te veo
y bailando sola me digo ¿Por qué miedo?...